`Nací en el Cerro de Montevideo, en un barrio llamado Casabò, por cierto un barrio en la periferia de la ciudad.
Por el año 1983, integré un grupo juvenil llamado JUTRA "Juventud Trabajadora".
El nombre surgió por la realidad que vivìa el grupo ya que su integración era mayoritariamente jóvenes que trabajaban.
Para ese entonces yo trabajaba en un hotel turístico en el centro de Montevideo. El grupo estaba integrado por jóvenes entre 16 y 21 años, todos del vecindario.
Comenzamos con actividades recreativas para salir del barrio y divertirnos. Realizábamos campamentos, jugábamos al fútbol y participábamos en una murga y en teatro.
Otras actividades que realizábamos era colaborar con el acondicionamiento del barrio, para eso pintábamos los juegos infantiles y confeccionábamos cartelería con los nombres de la calles para facilitar al cartero, ambulancias y vecinos-
El grupo era abierto, podía participar quién quiera, respetando al otro, sin discriminar por condición social, raza, sexo, etnia, política partidaria o religión.
Tratábamos en talleres temáticas de interés para el barrio y para los jóvenes; como ser comunicación, violencia, sexualidad, sindicalismo laboral, etc.
Recogimos firmas para solicitar trasporte colectivo, teléfono público, iluminación y reparación de las calles; lo intentamos.... pero no hubo respuestas, pero el intento valió la pena.
Una experiencia muy rica; compromiso con la sociedad y vínculos de amistad y compañerismo.
Siempre pensábamos como mejorar el barrio y el relacionamiento interpersonal del grupo y en el vecindario. En estos diálogos terminábamos en un punto denominador en común "la política" como factor preponderante a la hora de destinar partidas y ejecutar emprendimientos y soluciones.
Eran tiempos difíciles, se gestaba el cierre de un período dictatorial militar donde todo era limitado.
Buscábamos "políticas sociales", pero estas políticas estaban ausentes y nulas..
Este movimiento juvenil nace en una época represora, donde estaban cuartadas las libertades; todo se hacia cuesta abajo y había cierto miedos. No estábamos solos, nos acompañaba la Hna. Graciela una religiosa católica que vivía en una casa humilde junto a otras dos monjas. Estaban al servicio del barrio brindando contención, apoyo en trámites y gestiones básicas, como tramitar un carné de asistencia médica. Servían como enfermeras, se las veía en bicicleta por el barrio llegando a los vecinos enfermos para dar inyectables y hacer curaciones. Graciela era una mujer muy amable, respetuosa y muy querida por todos, ella se enfocaba en los jóvenes y su compañera Teresa trabajaba con un grupo de niños y pre-adolecentes con un grupo llamado MIYA.
Pasaron muchos años... como jóvenes nos movíamos para aportar, sumar y fortalecernos.
Después de esta etapa pasé a ser parte de otros programas en la comunidad, tal como PROMOCIÓN SALUD, donde apoyábamos la difusión en atención y prevención en cuidados de la salud (lactancia, maternidad, métodos anticonceptivos, sexualidad, epidemias, enfermedades de transmisión sexual y cuidados del adulto mayor.
Fui socio fundador de la ONG "Coordinadora de Ollas Populares" (COP), miembro activo de los plenarios y directiva.
La COP, nació en la lucha estudiantil, sindical en épocas de crisis social (dictadura), era necesario cubrir una realidad de ese entonces; pero como a esto se sumó en cierre de fábricas e industrias, las OLLAS pasaron a jugar un papel fundamental en la lucha; había que coordinarlas para que sea efectiva y equitativo y que los recursos no se superpongan y pudieran llegar a todos.
Para el año 1985, con la llegada de la democracia, la realidad fue cambiando, ya sin fuentes de empleos y un país a diseñar y reconstruir, los usuarios de la COP pasaron a ser en su mayoría niños/as, proliferan merenderos, comedores, guarderías para niños, a esto se le suman albergues nocturnos para personas en situación calle, madres solas con hijos, grupos juveniles y adolescentes, mas drogodependientes y hogares de ancianos, una época muy difícil donde los frágiles y desposeídos salían en búsqueda de un plato de comida, cuando en realidad las familias deberían compartir su alimento con su familia.
La Coordinadora de Ollas Populares, daba víveres frescos - secos y productos de limpieza a mas de treinta grupos organizados.
Nos reuníamos en el local de ASU y realizábamos las compras en comercios mayoristas para luego realizar la distribución de los surtidos de alimentos y limpieza a cada grupo. Los compañeros del sindicato de FUNSA en calle 8 de octubre, nos prestaba el local que servía como centro de distribución, una tarea que nos llevaba todo el dìa; trabajábamos en equipos coordinados.
Cada grupo solicitaba previamente el surtido y el mismo era analizado para que corresponda al número de usuarios y sus características, que tipo de ayuda se le ofrece y se chequeaba las ayudas que estos recibían de otros donantes.u instituciones.
Las colaboraciones y donaciones para sustentar las OLLAS, venían de varias fuentes, una era la de funcionarios del Banco Central que donaban parte de su salario en forma opcional, realmente un gesto muy solidario; otro recurso era la Intendencia Municipal de Montevideo, también uruguayos en el mundo entre ellos de Israel, USA y México.
La realidad social volvió a cambiar, en democracia nace el Ministerio de Desarrollo Social y los programas (Plan de Emergencia), se implementaron los comedores de INDA, partidas mensuales a través de una tarjeta para hacer compras en supermercados, partidas de dinero y asignaciones familiares, etc.
La OLLAS fueron una herramienta valiosa del trabajo colectivo en la comunidad y para la comunidad, horas y horas en reuniones y trabajo solidario para el armado de los surtidos.
PLENARIOS, era un órgano de debate y discusión para fortalecer la integración, la participación el diálogo, la solidaridad y se ponía en marcha el operativo de la organización.
En estos últimos años y en la actualidad soy Concejal Vecinal del Concejo del Centro Comunal Zonal 17, integro la Comisión Cultura y en la Red de Discapacidad y Salud Mental como también apoyando otros colectivos y comisiones vecinales.
Seguramente este sea mi último período porque quiero trabajar desde otros enfoques sociales.
Me preocupa mucho la inseguridad, cuidado del medio ambiente, violencia en todas su magnitud,, la falta de tolerancia entre las personas, la discriminación,
Creo que los programas socio-culturales, es una herramientas de participación e interacción con la comunidad para construir en sentido de pertenencia, arraigo y ciudadanía.
Promover, difundir y exponer es una forma de llegar a la gente, para que conozcan, descubran, se integren e informen de los que esta aconteciendo a su alrededor.
contacto:
email: anfitrionuruguay@gmail.com
http://anfitrionuruguay.blogsport.com
Un abrazo !!!
Leonel
